Julio C. Palencia
Los cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y el Norte.
Vicente Huidobro
La frase es un embudo en donde los dos puntos reducen el cuatro a dos. Sur y norte, arriba y abajo, infierno y cielo. La frase es parte de Altazor, gran poema de Huidobro. El libro se publicó como tal en 1919, aunque la versión que tengo indica que sus partes ya se habían publicado con anterioridad en revistas.
Los tres grandes del muralismo mexicano son dos: Orozco.
Luis Cardoza y Aragón
La frase de Cardoza es aún más radical. Es una lápida, es un latigazo. El tres pasa en la linea misma a dos y el embudo, los dos puntos, es una aduana que deja pasar sólo un elemento, que no es ninguno de los dos que llegaron a tocar la puerta.
Cardoza y Aragón sin duda tomó esta estructura de Vicente Huidobro ya que el uso que hace de ella es posterior.
Los cuatro puntos cardinales son cinco: yo.
Julio C. Palencia
La frase es un embudo inverso. Asalto al cielo. Vivencia en la cúspide de la pirámide del sol en Teotihuacan, hace muchos años ya. En el centro altísimo de la pirámide se destaca el quinto punto cardinal, el punto cardinal más importante, el que nos hace humanos. Yo es la presencia, yo es la conciencia. El yo regula los otros puntos. La frase no es reductora sino expansiva, es un abrazo.
Luis Cardoza y Aragón es la inspiración de la estructura de la frase. No conocía aún la frase de Vicente Huidobro.
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